La niebla que cae sobre la ciudad es un manto frío de amabilidad engañosa.
Caminamos entre la bruma, por las calles insomnes, a horas en que quizás estaríamos mejor llevando una vida entre otros lienzos.
Comienza a amanecer. Aún siento tu mano caliente rozando la mía.
Y de repente, es de día. La niebla se ha ido, fugaz entre los bosques de ladrillo, llevándose consigo su fina capa de franela. Los primeros rayos de sol se asoman, traviesos, a través de las esquinas, deslizando sus pies desnudos y mugrientos sobre el asfalto.
Me giro para mirarte, una vez más, y descubro que tu caricia se ha disipado con esta noche blanca. Que tú ya no eres tú, que eres otra, quizás parte de éste sueño. Quizás una epifanía inacabada. Quizás, tan sólo, mi día solitario y mi noche de nieblas disipadas. O una leve caricia apenas ya reconocible que murió estrangulada en el olvido.
Lentamente, la mañana se despereza y las formas vuelven a su finitud.Todo se vuelve certeza, menos estas palabras y mis pasos solitarios, que se han perdido en algún lugar entre la niebla."
--by melancholyboy